Pulpitis: ¿qué es?
Dolor agudo localizado, que aumenta con el tacto, puede ser indicativo de pulpitis, inflamación que afecta a la pulpa del diente, tejido blando que contiene las terminaciones nerviosas y los vasos sanguíneos del diente. Existen tres tipos de pulpitis:
- Pulpitis reversible, de carácter leve, si se detecta y trata a tiempo no generará mayores problemas.
- Pulpitis irreversible, cuando su condición es más severa y de no poder tratarse mediante endodoncia. En estos casos suele ser necesario la extracción del diente,
- Pulpitis hiperplásica, conocida como pólipo pulpar, en la cual la pulpa se inflama manchando el diente de rosa.
En su fase inicial la pulpitis puede ser de dos tipos: serosa, cuando el dolor es agudo y no cede ni siquiera bajo la aplicación de frío, o purulenta. Esta última va acompañada de un proceso inflamatorio y secreción de pus. El dolor se intensifica ante la presencia de calor, pero disminuye con el frío.
¿Qué causa una pulpitis?
La causa principal de la pulpitis es la caries que destruye el esmalte del diente afectando a la pulpa dental. También puede ser provocada por infecciones, bruxismo o traumatismos como fractura del diente o rotura de corona que afectan la irrigación de la pulpa.
Los primeros síntoma de la pulpitis pueden confundirse con la sensibilidad dental, en cuanto los primeros indicios apareccen al toma alimentos o bebidas muy calientes o muy frías, generando un dolor punzante. La principal diferencia es que el dolor se mantendrá una vez que desaparezca el estímulo térmico.
Cuando los síntomas son desatendidos y no se acude al dentista, la pulpitis inicial puede llegar a provocar una necrosis de la pulpa.
Cómo prevenir las causas predecibles de pulpitis
La higiene bucodental es el factor fundamental para la prevención de la pulpitis. El uso, varias veces al día, del cepillado dental, la seda dental y el enjuague bucal, son la base de la prevención de cualquier enfermedad bucodental y también de la pulpitis. Con una adecuada higiene bucal, evitaremos las caries y otras enfermedades como la periodontitis que puede generar una pulpitis.
Pero la pulpitis también puede ser desencadenada por el bruxismo, una alteración temporomandibular en aumento en los últimos meses en las consultas de los dentistas. En estos casos, la mejor forma de prevenir la pulpitis es con el uso de férulas de descarga para reducir la presión sobre la dentadura y evitar el desgaste del esmalte dental.